Casi siempre cuando hablan de una casa en la playa imaginamos paredes blancas, espacios abiertos y climas cálidos que se mezclan con la frescura de la sombra de las palmas. En este caso, Casa Cal diseñada por el arquitecto Alfonso Quiñones de BAAQ no decepciona, esta casa a unos cuantos minutos de Puerto Escondido en Oaxaca forma parte de un complejo de casas con vista y/o frente al mar.
Este proyecto originalmente contemplaba 8 casas de las cuales 6 tendrían frente al mar y se encontrarían en una misma primera fila, las últimas dos estarían en una segunda fila. La idea funcionaba y se quería que todas las casas fueran del mismo tipo, pero el problema principal surgió cuando se inició la construcción de las dos casas traseras. No se había contemplado que las casas de la primera fila bloquearían la vista al mar a las otras dos, la construcción se detuvo y se tuvo que buscar una solución para hacer que el proyecto funcionara como los desarrolladores lo habían imaginado.
Cuando los desarrolladores del proyecto buscaron a Alfonso Quiñones, buscaban a alguien que pudiera conquistar le reto de diseñar algo completamente diferente que aprovechara los cimientos ya hechos de las dos casas originales y que además, pudiera aprovechas la vista al mar. El arquitecto creó una estrategia en la cual colocó los dormitorios y cuartos privados en la planta baja y el área social en un segundo piso, se dispuso a aprovechar toda corriente de aire que pasara por la casa para evitar el uso de aires acondicionados en toda la propiedad.
La manera en la que logró eso fue diseñando jardines alrededor de los cuartos para enfriar el suelo circundante y mantener sombreadas las losas que se utilizaron para el techo de los mismos, en el norte y oeste se utilizaron muros de 5 metros colocados en puntos estratégicos para aprovechar el viento que viene del mar, esa brisa pasa por unas rejillas de madera y mantienen los cuartos frescos. El muro además de concentrar el aire en puntos específicos, provee privacidad a los cuartos ya que bloquea la vista a los mismos de las áreas comunes y exalta la vista hacía el mar.
En el segundo piso el arquitecto construyó el único elemento cerrado de toda la casa, un estudio en forma de cubo que está hecho de hueso de palma y para seguir con la idea sustentable de no utilizar aire acondicionado, permiten el paso del viento.
