Debido a la pandemia de Coronavirus (COVID-19), el equipo de protección para el personal médico se encuentra en escasez. Los médicos y enfermeras deben de reciclar sus tapabocas e incluso, en algunos casos, no utilizarlos. Para solucionar este problema, algunos despachos de arquitectura diseñaron máscaras de protección que pueden ser fácilmente producidas por impresoras 3-D, y así responder a las necesidades del personal médico.
Entre los despachos de arquitectura que empezaron con esta iniciativa se encuentran BIG, KPF y Handel Architects; se unieron para trabajar en equipo y manufacturar dichas máscaras destinadas a los médicos y enfermeras trabajando directamente con pacientes de coronavirus. Distintas firmas alrededor del mundo están usando sus propias impresoras en 3-D para responder a la enorme demanda y están siendo entregadas a distintos hospitales que las necesitan.
Muchos de los despachos están usando el diseño de Erik Cederberg, empleado de la empresa suiza 3DVerkstan, quienes crearon un archivo abierto al público con el diseño de las máscaras. El mismo consiste en un sencillo corte laser en plástico transparente y una banda que es impresa en 3D a la cual se le adhiere por medio de tres hoyos el plástico, de esta manera, cubriendo toda la cara del usuario.
“Es brillante por su simplicidad. Una simple impresión en 3D de PLA [ácido poliláctico] con una hoja transparente que tiene tres hoyos, es una máscara de protección muy efectiva”. – Erik Cederberg
Este tipo de protectores son ideales para proteger a las personas de los fluidos corporales por medio de los cuales podrían contraer el virus. Además, pueden ser usados a la par con tapabocas sin incomodar al usuario, dándole aún más protección.
Los esfuerzos de impresión están siendo coordinados por AAP, Architecture, Art and Planning Facultad y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York. “Ayer en la mañana entregamos miles de visores impresos y cortados a laser directamente a Weill Cornell Medicine en la ciudad de Nueva York.” dijo Jenny Sabin, profesora de arquitectura en la universidad de Cornell y directora de Jenny Sabin Studio, un despacho de arquitectura.
Todos los visores pasan por un proceso de descontaminación al momento en el que llegan a su destino final y después son distribuidos a los doctores, enfermeras y demás profesionales médicos que están en constante contacto con pacientes de COVID-19. Esta red de arquitectos ha crecido de una manera inesperada con el apoyo de distintos despachos de arquitectura, en tan solo 4 días tenían una línea de producción y distribución establecida.
Los visores de protección, diseñados por 3DVerkstan, fueron probados y verificados por Weill Cornell Medicine, la universidad de medicina en Nueva York, para asegurarse de su debido funcionamiento para la protección contra el virus. También, Sabin ha publicado instrucciones de manufactura y consejos para que aquellos que quieran participar puedan hacerlo o que el modelo pueda ser replicado en otros lugares del mundo en donde exista dicha necesidad.
Sabin le dijo a la revista de arquitectura y diseño Dezeen, “Weill Cornell Medicine estima una necesidad de por lo menos 20,000 a 50,000 visores de protección al día en la ciudad de Nueva York. Hemos aprendido que la necesidad de la parte que es impresa en 3D es más bajo, se requieren alrededor de 3,000 piezas al día”. Esto se debe a que el plástico transparente tiene que ser cambiado o desinfectado después de cada turno.
La firma de arquitectura BIG ha destinado su espacio de diseño y producción para la manufactura de los visores y esperan producir alrededor de 5,000 visores por semana después de adaptar el archivo de Erik Cederberg con el cual se pueden imprimir 50 componentes del visor al mismo tiempo, en vez de sólo uno a la vez. También estarán destinando sus oficinas de Londres y Copenhague a la manufactura de los mismos para ayudar a el personal médico de dichas ciudades.
La comunidad de diseño también se está sumando a la de arquitectura, un claro ejemplo es el estudio español, Nagami Design, que ha adaptado su espacio de producción de muebles para la manufactura de los visores. Marcas líderes en la moda han empezado a producir máscaras quirúrgicas y los arquitectos Carlo Ratti Associati ha desarrollado un diseño para que los contenedores de carga sean convertidos en unidades de Cuidados Intensivos para pacientes que no tienen espacio en hospitales.
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